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¡PERDIMOS OTRA VEZ!! Los peajes de la corrupción

Por: Gino Michelini – Analista político y Experto en Finanzas.

Publicado: 2019-08-21

Luego de la final Brasil - Perú en la Copa América, al Alcalde Jorge Muñoz, quien generó en su campaña muchas expectativas de cambio y de transparencia, le tocaba jugar el partido final, donde se decidiría la suerte de los peajes, al parecer Muñoz juega con la camiseta del Muni puesta, pero no por defender los derechos de los ciudadanos, sino por driblear a la Prensa, cual Hugo Sotil en sus mejores épocas. 

Pero ha ido más allá, cual Fútbol Total ha aprendido a desmarcarse y jugar sin pelota.

Con mucha sutileza fijó con antelación el 24 de julio para poner fin al problema de los peajes, fecha calculadamente elegida, pues evitaba una crítica en el mensaje Presidencial del 28 , en donde con la caída en las encuestas , el desgaste del ataque al Congreso y el preocupante desmadejo en el caso Tía María , hacían de los peajes el tema mediático más relevante.

El anuncio presidencial del adelanto de elecciones distrajo a la población a lo que Muñoz le adicionó el “pico y placa" para aumentar la distracción.

Hoy después de su triunfalista anuncio podemos repetir la frase “Jugamos como nunca y perdimos como siempre”, lo lamentable es que jugamos todo el partido con 10 jugadores, el señor Alcalde nunca jugo por nuestro equipo.

El señor Muñoz cual discípulo de Anito y Melito padres de la escuela Sofista, hizo de la mentira una realidad, y anuncio la anulación de los peajes de Línea Amarilla, una victoria Pírrica. Cuando la anulación no es inminente, sino tiene plazos y concesiones preocupantes.

Se ha dado un importante paso gracias a la tenacidad y esfuerzo de un Grupo de peruanos comprometidos, pero no olvidemos cual es el fondo de esta novela.

Cada vez que reviso el tema de los peajes me recuerda a la película “The Starmest Guys” ( Los chicos que estafaron América ), basada hechos reales , que cuenta la forma como los más altos ejecutivos de ENRON elaboraron un fraude financiero, haciendo crecer el valor de las acciones , manipulando la ventas de futuros inexistente (opciones) y registrando las ganancias diferidas, situación que le costó a sus auditores , la hasta ese entonces prestigiosa firma Arthur Andersen la salida del mercado.

La figura en Rutas de Lima y Línea Amarilla, es muy similar, ambas empresas sub valuaron los flujos futuros para justificar los incrementos de las tarifas (superiores al 90% debiendo ser por inflación acumulada 14,45% ) y extendido los plazos a 33 y 40 años.

Por otro lado Rutas de Lima y Línea Amarilla financiaron sus obras con los flujos futuros de los peajes que “ya existían”, mediante fideicomiso de garantías que sirvieron para el desembolso de pagarés del BBVA y BCP. Es decir la inversión no estuvo a cargo de las empresas concesionarias, tomaron deuda con garantía de los mismos peajes.

El valor de una empresa se mide en relación a sus flujos libres de caja descontados menos la deuda , en este caso , Línea Amarilla y Rutas de Lima , venden sus posiciones ( en realidad venden los flujos ) a USD 1,450,000 y USD 450,000 ( el 57%) millones al 5to año , lo que genera una ganancia de capital con una tasa de retorno exponencialmente superior a las mejores empresas del S&P , la ganancia por la venta de acciones en esta operación deja también en claro que el valor de los flujos es mucho mayor ( quien compro las posiciones debe recibir una rentabilidad durante el largo plazo de la inversión ) por tanto el Valor Presente Neto de los flujos podría supera en términos conservadores y hasta quizás pesimista, fácilmente los , USD 4,000 millones ( equivalente a 5 veces el presupuesto anual de la Municipalidad de Lima )

En los casos de venta de una empresa, con un tamaño de transacción como las de Odebrecht y OAS, se efectúa un Due Diligence Legal y Financiero sin embargo cuando se efectuó la transferencia de las acciones, los Directivos de las dos empresas estaban detenidos por corrupción, por tanto, los compradores, en uno de los casos, ellos mismos, no pueden sentirse sorprendidos de haber efectuado una transacción con una empresa corrupta.

Aquí la conclusión es que sin lugar a dudas estamos en un caso de estafa financiera, donde se manipularon cifras con la intención de generar ganancias ilegales y su vez se demuestra si la Municipalidad de Lima hubiera hecho las obras, los excedentes se hubieran podido utilizar en obras para la ciudadanía como era habitual anteriormente con los peajes de Emape o en su defecto no elevar las tarifas de peaje de manera innecesaria.

Ganemos esta final de manera ejemplar, dejemos claro que la corrupción no puede ser parte de nuestra sociedad .Desterrémosla para siempre


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