A Yehude Simon se le imputan los delitos de colusión y lavado de activos con el agravante de ser presuntamente cabeza de una organización criminal que operó en la región Lambayeque entre el 2006 y 2007. Se le atribuye haber recibido dinero ilícito de Odebrecht y la fiscalía vincula este hecho a un presunto favorecimiento a la constructora con el proyecto Olmos, adjudicado en el 2004. 

El rol de Salazar Torres, hombre de confianza de Simon, fue en el contexto de la campaña, según él mismo ha relatado. El exgerente del Proyecto Especial Olmos confesó haber recibido dinero directamente de Jorge Barata, para la campaña de reelección del exgobernador regional de Lambayeque en el 2006.

Salazar afirmó haber recibido dinero para la campaña de Yehude Simon, precisando que se trató de entre US$90.000 y US$100.000 entregados en varias armadas. Salazar asegura que Simon tenía conocimiento de sus viajes a Lima para recibir el dinero de Barata. Además el mismo Jorge Barata, exrepresentante de Odebrecht en Perú declaró que la constructora habría financiado la campaña de Yehude Simon.

Sin embargo, sobre esto, el exgobernador regional de Lambayeque ha venido rechazando las declaraciones de Barata y del mismo Salazar, indicando que nunca recibió dinero de Odebrecht, cosa que es mentira, constituyéndose la obstrucción a la justicia, por lo tanto, conforme a lo que establece el artículo 268 del Código Procesal Penal y el acuerdo plenario No. 01-2019 de la Corte Suprema corresponde se dictamine prisión preventiva contra Yehude Simon. No cabe duda que la corrupción no tiene color político, pero lo peor es que los pseudo partidos de izquierda quienes dicen luchar por los más necesitados sean los que traicionan sus principios y planteamientos, haciendo demagogia y demostrando que son iguales que los partidos de derecha e izquierda. Desde que Fujimori cayó este es el grupo que está detrás del poder desde Toledo a quienes llaman izquierda caviar.